La Casa de las Bellas Durmientes (Yasunari Kawabata, 1961) Reseña

Desde que me incitaron a darle una segunda oportunidad a la literatura japonesa, han sido ya unos cuantos los textos que he tenido la suerte de leer y disfrutar. Bien sea aquel Indigno de ser humano (Osamu Dazai, 1948), que si no recuerdo mal que el primero que leí; o la leída más recientemente Soy un gato (Natsume Sōseki, 1905), han sido lecturas que me han ido acercando a una cultura fascinante en muchos sentidos y a una literatura que, en cierta forma, no tiene nada que ver con la nuestra. Hoy vuelvo a una de estas recomendaciones que tan correctamente me hicieron y que me aproxima al mentor del mismísimo Yukio Mishima.

El argumento de La Casa de las Bellas Durmientes.

Cubierta del libro La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata, editado por Austral.

La casa de las bellas durmientes comienza con la primera visita del anciano Eguchi a una singular posada en la que se ofrece un servicio nada corriente. Este lugar ofrece a hombres como él la oportunidad de dormir acompañado por jóvenes que han sido narcotizadas. Las condiciones de la mujer que lo gestiona le impiden realizar ningún tipo de acto sexual, ponerle el dedo en la boca ni nada parecido y, junto a la joven, le ofrecen la posibilidad de tomar un somnífero que le ayude a disfrutar de la experiencia.

Lejos de resultar una experiencia simplemente extravagante, el anciano Eguchi comienza a revivir, a través de cada una de sus visitas, recuerdos y sensaciones que no pensaba que a su edad fuesen a volver a él de aquella manera. Así, a pesar de hacerlo con alguna extraña reticencia, poco a poco el anciano no puede evitar tener que volver a La casa de las bellas durmientes.

Sobre el autor: Yasunari Kawabata.

Yasunari Kawabata (1899 – 1972) es un nuevo descubrimiento para mí. Un autor del que no hay que saber mucho para entender que, nos guste más o menos, tenía algo. Uno de esos escritores que dejaron su impronta en la obra de tantos otros autores que lo siguieron. Al ser esta mi primera lectura de Kawabata no me atrevo a asegurar demasiado, sin embargo, diría que es uno de esos creadores que sabe trabajar tanto la forma como el fondo, exprimiendo ideas interesantes y con un trasfondo inteligente mientras las envuelve en un formato hermoso, con una prosa de esas que nos gustan a los lectores.

Sobre La Casa de las Bellas Durmientes.

La casa de las bellas durmientes era una de esas lecturas ante las que no tenía muy claro qué debía esperar. Por suerte para mí, Yasunari Kawabata ha resultado ser un autor no solamente soberbio, sino que en la línea que más me gusta. Un escritor que tiene una idea y sabe plasmarla dándole todo el poder a la belleza de un lenguaje al que sabe sacarle partido.

Durante las distintas noches que el viejo Eguchi visita La casa de las bellas durmientes, el anciano rememora una serie de experiencias de su vida. Pero estos elementos, que a priori no tienen relación, no se sienten independientes. El hombre navega por sus pensamientos de la misma forma en que cualquiera de nosotros no puede evitar hacerlo y, paso a paso, se nos presenta el auténtico tema. Porque, en el fondo, tanto en la historia como en su lectura, esas bellas durmientes son una escusa, uno de esos elementos que nos llaman la atención y nos abren las puertas, pero que, más allá de algunos detalles, sirven a la narración más como una introducción que como una meta.

No deja de ser curioso cómo esta novela corta, que apenas sobrepasa la centena de páginas, es capaz de guardar tanto en su interior. Porque, inevitablemente, nos habla de su tiempo, del pasado, de las relaciones humanas y del amor. Pero también de la perdida, de la soledad, de la añoranza y de tantas cosas más, que es extraño poder encontrar tanto en tan poco espacio.

A nivel personal, La casa de las bellas durmientes ha convertido a Kawabata en uno de mis autores japoneses favoritos —aunque no habiendo leído demasiados, puede parecer un mérito poco valioso— tanto por su estilo como por su capacidad de evocar temas de forma tan natural. Sin duda, uno de esos a los que volveré, espero, más pronto que tarde.

Te gustará si…

Algo dentro de mí me dice que esto que voy a decir no está del todo bien, pero del mismo sitio sale esa sensación que me dice que, al leer La casa de las bellas durmientes, he pensado en Zweig y su Novela de ajedrez (1943) o en Schnitzler y su El regreso de Casanova (1917). Autores que, inevitablemente, me hacen pensar en la belleza de su estilo. O en el amanuense más conocido de la literatura, aquel Bartleby, el escribiente (1853) con el que Melville conquista lectores. No sé si estas lecturas se pueden unir aquí de forma justa, pero todas ellas son lecturas más bien breves y cargadas de un talento que es complicado no ver.

Ficha técnica:

Título: La casa de las bellas durmientes

Título original: Nemureru bijo

Autor: Yasunari Kawabata

Fecha de publicación: 1961 / De esta edición: 2020

Editado por: Austral

ISBN: 9788496580886

Número de páginas: 112

Género: Narrativa


Nos seguiremos leyendo.

La Casa de las Bellas Durmientes (Yasunari Kawabata, 1961) Reseña