El jugador (Reseña)

Durante años he sentido una gran curiosidad por la obra de Dostoyevski. Se supone que es uno de los más grandes novelistas del siglo XIX y, por lo que había leído sobre él, libros como «Crimen y castigo» me resultaban cada día más curiosos. Decidí buscar alguna de sus novelas que no fuera demasiado extensa, por aquello de «si no me gusta al menos no es muy largo». Sentía un gran temor a encontrarme uno de esos escritores aburridos que se alargan en los tiempos y, aunque generalmente muy respetados y conocidos, aburridos hasta la saciedad.

Lejos de este temor mio, «El jugador» me ha resultado una novela divertida desde el primer momento. Fiódor Dostoyevski maneja el lenguaje con una soltura tal como si de sus propias vivencias hablara, una anécdota un poco larga que contiene, en esencia, todo lo que le puedo pedir a un escrito de estas características. Me ha divertido, sorprendido, ha causado intriga y nerviosismo en mi, me ha puesto en la piel de otra persona (que a fin de cuentas es de lo que se trata) pero, sobretodo, me ha hecho vivir una época y un lugar que no conozco de una forma que pocas veces he encontrado.

El texto del que hoy os hablo se escribe como si del diario personal de Aleksei Ivanovich se tratara. Nos narra su viaje junto con el general Zagorianski y la bella Polina, amen de otros y distintos personajes, a la ciudad de Roulettenburg, famosa (entre otras cosas) por sus casinos. Nos habla, en esencia, de las pasiones de los hombres. Del dinero, del amor, de la necesidad de sentirse parte de esa alta burguesía o de sentirse admirado. Cualquier otra cosa que os diga solo serviría para darle más extensión a una reseña que no lo necesita.

Sencillamente, si aun no lo has hecho, ve a por algo de este autor y léelo, es necesario, creerme.

Nos seguiremos leyendo

El jugador (Reseña)

6 comentarios en “El jugador (Reseña)

  1. En su artículo encuentro una frase que me resulta a la vez sorprendente por lo inusual cuando se habla / escribe de Dostoievski: «‘El jugador’ me ha resultado una novela divertida desde el primer momento». Cuánta inteligencia la suya para ver diversión en esta novela. Se despoja de los pre-juicios (la separación del prefijo es aposta) sobre Dostoievski. Él es terrible. pero su sentido del humor, que casi nadie ve, porque es difícil encontrarlo, a veces está inserto en su obra, sólo en en algunas de sus obras, pero está.

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